La higiene de los juguetes sexuales es importante para tu salud y también para que puedas disfrutar por más tiempo de estos aparatos.
Lava tus juguetes antes y después de usarlos:
Si limpias tus juguetes antes de uso, contribuyes a eliminar las bacterias que podrían estar depositadas durante el tiempo que no se haya utilizado. Y, si es nuevo, te sugiero que lo laves antes de probarlo por primera vez.
Después de su uso, higienizarlos es fundamental para tu salud, también para que el juguete no se dañe. Observa muy bien de qué material está hecho: poroso o no poroso.
¿Cómo limpiarlos?
🌸 Los que son porosos están elaborados de materiales como plástico duro, caucho de silicona, nylon, vinilo, elastómero, neopreno y acrílico. Son más sensibles a la temperatura y propensos a la deformación.
Suelen ser más absorbentes y corren mayor riesgo de que las bacterias penetren en el juguete sexual. Aguantan menos las temperaturas, por lo que siempre debes lavarlo con agua tibia y jabón íntimo o neutro.
🌸 Los juguetes no porosos están hechos de vidrio, Pyrex (vidrio de borosilicato), silicona y acero inoxidable. Tienen poca absorción y son más recomendados, pero son los más costosos. Puedes desinfectarlos hirviéndolos en agua durante unos segundos.
Si tu juguete tiene pilas, o algún mecanismo electrónico, lo puedes limpiar con un paño enjabonado y tibio. Antes de lavar, quítale las pilas o batería y así evitarás complicaciones. Los juguetes anales se pueden limpiar de igual forma que el resto de tus juguetes.
Lee cuidadosamente las instrucciones que están señaladas en el empaque de tu juguete, para que apliques el mantenimiento recomendado por su fabricante.